Pilotos de diversas aerolíneas han externado su preocupación en relación a la seguridad que proporciona la flota de aviones Boeing, luego de que se encontró que el sistema de extinción de incendios crucial en el motor, tiene probabilidades de no funcionar.
La compañía ensambladora de aviones emitió una alerta del interruptor para extinguir el fuego en caso de incendio del buque B787 Dreamliner. La compañía comunicó que el dispositivo de seguridad ha fallado en un «pequeño número de casos».
El riesgo parte de que el interruptor también corta el suministro de combustible y el fluido hidráulico para evitar la programación de las llamas.
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Algunas de las aerolíneas británicas más grandes, entre ellas Tui, British Airways y Virgin Atlantic operan alrededor de 60 aeronaves Dreamliners. De acuerdo con lo publicado por el diario británico The guardian, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), decidió no aterrizar la flota a pesar del riesgo.
«Si hubo un incendio en un motor en un vuelo transatlántico y la aeronave tenía uno de los interruptores de incendio defectuosos, tendríamos que volar con un ala en llamas hasta tres horas antes de que pudiéramos aterrizar», comentó un piloto de una aerolínea británica.
La flota del Dreamliner fue diseñada para revolucionar los viajes aéreos con tecnología de bajo consumo de combustible y una autonomía de vuelo más larga.
En su alerta, la compañía advirtió que el calentamiento a largo plazo puede provocar que el interruptor de incendio se pegue a la posición de bloqueo, por lo que no se puede usar los dos extintores en cada motor.
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La controversia y preocupación surgió ante la directiva de aeronavegabilidad, luego de que la que la FAA dio instrucciones obligatorias de que, de presentarse el problema, se ordenó no aterrizar la aeronave y, en cambio, se recomendó a las aerolíneas revisar los aviones, concretamente el interruptor cada días.
La FAA fue severamente criticada por negarse a aterrizar en la flota de Boeing de 737 aviones Max en marzo, luego de las sospechas de que una falla de software fue la causante de dos accidentes fatales, posteriormente cambió su postura después de que los reguladores de otros países prohibieran que la aeronave volará mientras se investigan los accidentes.
