Un nuevo estudio del Reino Unido, publicado el miércoles por el prestigioso diario «New England Journal of Medicine» muestra que los pacientes que se someten a procedimientos como la extirpación quirúrgica de la próstata o el tratamiento de radioterapia tienen tan alta probabilidad de supervivencia como aquellos que sólo desempeñan un seguimiento activo del tumor.
La táctica es menos radical después de ubicado el tumor, realizar análisis de sangre periódicos para ver si hay progresión.
Fueron seguidos más de 1.600 casos positivos de cáncer de próstata detectados entre 1999 y 2009.
Hubo 17 muertes relacionadas con el cáncer de próstata: Ocho de cada grupo de vigilancia activa, cinco en el grupo de cirugía y cuatro de la radioterapia. La normalización de estas muertes por cada 1.000 años de vida de los participantes (personas-año), las tasas son, respectivamente, 1,5, 0,9 y 0,7.
La diferencia no fue considerada significativa, estadísticamente, señalando que un procedimiento es mejor o peor con respecto a la mortalidad. Lo que queda es una buena ventaja para el método de seguimiento.
Esto se debe a que, aunque existe el riesgo de complicaciones (y cirugía posterior o radioterapia) más del doble en el grupo de seguimiento, el 44% de los hombres (44%), después de 10 años, no tuvo que pasar por el estrés de estas intervenciones.
Las posibles complicaciones de enfoques más agresivos son incontinencia urinaria, disfunción eréctil (impotencia), problemas intestinales y la apariencia de las hernias inguinales, por ejemplo.
La pérdida de la vigilancia activa se debió a un aumento en el riesgo de metástasis «, probablemente a causa de los pacientes con tumores en estadio intermedio incluidos en el estudio,» dice el oncólogo Fernando Maluf, que no participó en la investigación. La elección del mejor enfoque varía en función de las características del paciente, tales como la edad, el tumor y, como una etapa de desarrollo que se dice el doctor. Tanto la imagen y el analisis de sangre (PSA) se puede utilizar en la evaluación.
Una de las limitaciones del estudio, escriben los autores, es que la forma en que fue diseñado hace más de dos décadas, existe una gran discrepancia en comparación con los métodos actuales de diagnóstico y en relación con la clasificación de tumores. El estudio tampoco aborda todas las formas posibles de tratamiento. Otro factor limitante es la étnica, ya que menos del 1% de los participantes eran de origen africano o caribeño.
La tasa de mortalidad específicamente relacionada con la próstata evaluadas en el estudio fue 0,4% (radioterapia) y 1,2% (control activo). Dado que la tasa global de mortalidad por cualquier causa fue de un 10%.
