El expresidente de Tanzania Benjamin William Mkapa, que gobernó el país de 1995 a 2005, falleció a los 81 años en un hospital de Dar es Salam, anunció este viernes el actual jefe de Estado, John Magufuli.
“El señor Benjamin William Mkapa, el tercer presidente de Tanzania, ha muerto en el hospital de Dar es Salam, donde estaba ingresado”, informó Magufuli en un anuncio en la cadena estatal de televisión Tanzania Broadcasting Corporation (TBC).
“Lo recordaré por su gran amor por la nación, su piedad, su arduo trabajo y su desempeño en el crecimiento económico”, dijo Magufuli, quien ve esta muerte como “la pérdida de un pilar fuerte”.
Se desconocen aún las causas de la fallecimiento del expresidente, pero Tanzania ha declarado siete días de luto oficial, durante el cual las banderas ondearán a media asta en los edificios oficiales del país.
Mkapa (1938-2020) fue ministro de Asuntos Exteriores de 1977 a 1980 y de 1984 a 1990 y después fue elegido presidente por la formación política oficialista, Chama Cha Mapinduzi (CCM, Partido de la Revolución), tras una gran campaña electoral contra la corrupción y su apoyo al líder de la independencia tanzana Julius Nyerere.
Durante su Gobierno, creó una oficina anticorrupción y comenzó una política económica de privatizaciones que le valieron el reconocimiento del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como la cancelación de parte de la deuda externa tanzana.
Sin embargo, fue criticado por no cumplir estrictamente sus promesas de lucha contra la corrupción y por haber realizado gastos desorbitados y poco justificables.
Nacido el 12 de 1938 en la localidad de Ndanda, en el sur de Tanzania, tenía estudios en lenguas inglesas, un máster en Asuntos Internacionales y una larga carrera diplomática a sus espaldas.
Mkapa, padre de tres hijos, formó parte del Panel de Personalidades Africanas Eminentes, dirigido por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, que contribuyó al acuerdo de reparto de poder entre el presidente keniano Mwai Kibaki y el líder opositor Raila Odinga, lo que puso fin a la violencia postelectoral de 2007-2008 en Kenia.
El actual presidente keniano, Uhuru Kenyatta, rindió tributo al fallecido, a quien definió como “un brillante ejemplo de lo mejor de la humanidad, un pacificador, un constructor de puentes entre los pueblos, un incansable defensor de la igualdad y la justicia y un líder admirado en todo el mundo”.
Kenyatta decretó tres día de luto nacional en Kenia, del 27 al 29 de julio.
Kibaki también homenajeó Mkapa, a quien describió como un “revolucionario de corazón” y “uno de los negociadores de paz más reputados de la región”, mientras que Odinga consideró que “África ha perdido a un gigante”.
Líderes de otros países africanos también expresaron su pesar por la muerte de Mkapa, como el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, quien recordó al difunto como “un líder africano visionario”.
