Navidad: ¿cómo involucrar a los más pequeños?

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    La importancia de la Navidad radica en celebrar la esperanza que nos trajo Jesucristo al nacer, lo cual es algo que se transmite de generación en generación desde la infancia, una etapa en la que más nos encantan estos tipos de celebraciones de gran esencia familiar.

    A pesar de que durante los primeros meses de vida los bebés ni se enteran de lo que está sucediendo, cuando pasen unos pocos años tienden a darle muchísimo valor, especialmente cuando se vean partícipes a través de imágenes. Según el portal Compartir en Familia “a partir de los tres años su capacidad mental y su maduración les permiten empezar a entender conceptos abstractos e involucrarse más en estas fiestas, lo que conseguirá que las disfruten mucho más”.

    Recuerda que pasar tiempo con tus hijos tiene beneficios para todos, entre ellos mejorar la comunicación familiar, crear vínculos afectivos (que tanto lo necesita la sociedad actual), reduce el estrés en los adultos y estimula al aprendizaje de los niños, entre otros tantos. En esto no hay contras, solo muchos pros.

    ¡No los apartes de la tradición, conviértelos en parte activa con los siguientes consejos!

    Antes de los tres años

    Infografía

    Como ya hemos dicho, quizás no entiendan la celebración en esta etapa, pero puedes optar por hacerlo parte a través de:

     Una vestimenta navideña que quedará inmortalizada a través de las fotografías.

    Que sea parte de los comensales. Cuando se sienten a la mesa que tenga un lugar en ella, con la ayuda de la trona.

    Para los más grandecitos

    Infografía
    • Cuando ya los pequeñines tienen tres años o más quieren formar parte del ajetreo de los adultos. No se lo impidas.
    • En la cocina hay una gran oportunidad que puedes aprovechar, como pelar algunos alimentos y picarlos, si ya tienen cuatro años o más, teniendo en cuenta no facilitarles cuchillos muy afilados para evitar accidentes. Además, no deberás dejarlos solos, debe ser con vigilancia de un adulto o adolescente, en su defecto.
    • Cuando prepares las carnes puedes ponerlos a aplicarle la sazón, permitiéndoles que le pongan el toque divertido, aunque esto simbolice algo de reguero.
    • A partir de esta etapa también te pueden ayudar a decorar, pasar y llevar cosas.
    • Asígnales tareas, como recoger los regueros que se vayan haciendo, poner el mantel, supervisar que los cojines estén en orden… que sean parte de la responsabilidad y del disfrute.
    • También pueden poner la mesa, ordenar los dulces y las frutas, retándolos a no comerlas.
    • A partir de los ocho años, si mantienen la tradición de compartir un plato con la vecina, puedes enviarlos a llevarlo, vigilándolos desde lejos hasta que lleguen y regresen.
    • Permíteles irse a dormir más tarde. Para ello, gestiona que duerman una siesta en la tarde.
    • Hagan un maratón de películas, luego de la cena, que tengan alusión a la Navidad. Te garantizamos que serán experiencias que no olvidarán.
    • También puedes organizar juegos.

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