Persisten estafas de «chiperos» a través de tarjetas Supérate en República Dominicana

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Las manos fraudulentas detrás de los estafadores, popularmente llamados «chiperos», continúan su actividad delictiva para engañar a beneficiarios de las tarjetas de ayuda del programa Supérate en la República Dominicana.

El caso más reciente se dio a conocer el martes, cuando tres mujeres fueron sorprendidas realizando una compra masiva de aceite, leche, café, salami y otros artículos, con un total de 89 tarjetas de este programa de subsidios sociales en un supermercado del kilómetro 17 de la autopista Duarte. 

Durante la pandemia del COVID-19 se formó una red de estafadores de este tipo de tarjetas, los cuales realizaban sus fraudes a través de comercios pequeños. Sin embargo, pese a que muchos de ellos fueron apresados por las autoridades en aquel entonces, miembros de esta estructura continúan operando en el país.

De acuerdo con el director de la Administradora de Subsidios Sociales (Adess), Catalino Correa Hiciano, las mujeres apresadas en el supermercado fueron utilizadas como «mulas» de estos delincuentes, los cuales supuestamente tienen su núcleo central en la región Sur.

Además, afirmó que con relación al citado caso, también se está investigando a la cajera que despachó los artículos de forma fraudulenta a las personas involucradas. 

Agregó: «Si bien es cierto que las tarjetas se pueden clonar y una gran cantidad se había clonado, pero si no se consigue el contubernio de un comerciante que tiene verifone, es imposible que se pudiera defraudar los programas de subsidios sociales«. 

Correa Hiciano indicó que las tarjetas utilizadas en la estafa del martes estaban a nombre de personas que habían fallecido, de ciudadanos que se han ido fuera del país y que no habían notificado a la Adess la actualización de su estado.

Delincuentes se lanzan a grandes cadenas comerciales 

Señaló que anteriormente los principales problemas que enfrentaba la institución ocurrían en los comercios pequeños. Dijo que ahora estos delincuentes acuden a grandes cadenas comerciales para realizar sus estafas.

«Anteriormente nuestro dolor de cabeza eran los pequeños comerciantes, porque hay muchas personas sin ninguna preparación que son sorprendidos por estos malhechores y que le quitaban el dinero, los envolvían de una manera que cuando venían aquí era que se daban cuenta de que habían sido estafados», agregó.

Correa Hiciano precisó que durante su periodo en la institución, que lleva un año y tres meses, han judicializado a un total de 85 personas por estafas a este programa social de ayuda para la población de escasos recursos.

Destacó que recientemente lograron una sentencia de tres años de prisión para uno acusado por el delito electrónico.

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