Rusia bloquea la iniciativa estadounidense contra Corea del Norte

Las tensas relaciones entre EE.UU. y Rusia complican la intervención de la amenaza nuclear de Corea del Norte

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La paciencia del presidente estadounidense Donald Trump parece estar agotándose por el respaldo encubierto del presidente ruso Vladamir Putin al régimen norcoreano, pero en realidad solucionar el problema podría ser difícil, declaró un experto en política exterior rusa.

Trump manifestó a Fox Business que mientras China estaba trabajando para resolver el problema de Corea del Norte, Rusia estaba socavando el esfuerzo liderado por Estados Unidos.

“China nos está ayudando, y tal vez Rusia se está pasando al otro lado y perjudicando lo que estamos consiguiendo”, afirmó Trump. “Cuando digo ‘tal vez’, sé exactamente de lo que estoy hablando”, agregó sin dar más detalles.

Mientras China fue durante mucho tiempo un aliado crucial de Corea del Norte, proporcionando hasta el 90 por ciento del comercio exterior del régimen, Rusia se convirtió en una fuente importante de energía y apoyo diplomático, discutiendo en contra de las sanciones más severas de las Naciones Unidas aplicadas al régimen norcoreano.

Se cree que Rusia está rompiendo secretamente las sanciones de la ONU, incluso cuando reconoce su necesidad en el organismo internacional.

Moscú también sostuvo que no es factible una solución militar.

“Rusia cree que la política de presionar a Pyongyang para que detenga su programa de misiles nucleares es equivocada e inútil”, escribió Putin en un artículo de septiembre.

Esa posición elimina efectivamente lo único que muchos expertos creen que convencería al régimen norcoreano de abandonar su programa nuclear: la amenaza de guerra y el inevitable cambio de régimen.

Los rusos se volvieron críticos a medida que las sanciones comenzaron a afianzarse. Informes recientes indican que Corea del Norte experimentó un fuerte aumento en los precios del combustible. A medida que China comienza a aplicar las sanciones, el régimen norcoreano pierde importantes fuentes de ingresos y recursos, lo que hace que el apoyo de Rusia sea más significativo.

Para el Kremlin, oponerse a la política estadounidense hacia Corea del Norte tiene sus propias recompensas. A pesar de que su economía está en dificultades, Rusia invirtió fuertemente en elevar su perfil internacional, un esfuerzo que para el mismo pueblo ruso vale.

“Mantener la autoestima colectiva es esencial para la legitimidad del régimen de Putin en Rusia”, declaró Samuel Ramani, experto en política exterior rusa y aspirante a Doctor en Filosofía en la Universidad de Oxford.

“Como las condiciones económicas se deterioraron debido a la caída de los precios del petróleo y a la falta de diversificación, la política exterior se convirtió en un factor cada vez más importante del nacionalismo ruso y de la consolidación del régimen”.

A pesar del empeoramiento de la situación económica, Putin mantuvo un alto índice de aceptación. Anexarse a Crimea le dio un impulso significativo, y su éxito en la intervención siria también lo hizo.

Mientras se oponga a Occidente el sentimiento nacionalista se fortalecerá, Rusia probablemente se comprometerá en acciones provocativas como apoyar a Corea del Norte, señaló Ramani.

Rusia también gana mayor influencia geopolítica, especialmente con regímenes autoritarios que se encuentran en la mira de Estados Unidos.

“Muchos de los aliados internacionales más cercanos a Rusia se formaron como consecuencia indirecta de las iniciativas de cambio dirigidos por Occidente contra los regímenes autoritarios”, apuntó.

Tras el derrocamiento de Gaddafi en Libia, las relaciones de Rusia con Irán, Siria, Corea del Norte, Venezuela, Cuba y otros estados autoritarios se estrecharon, constató Ramani.

“Ninguno de estos países reacciona negativamente al apoyo ruso a Corea del Norte; de hecho, mantienen vínculos con Corea del Norte y el desafío de Rusia a Estados Unidos mejora su imagen en estos estados”, añadió.

Esa credibilidad alimenta el estatus internacional de Rusia, que consolida aún más al régimen en su propio país. Esto cobra mayor importancia a medida que Rusia se enfrenta a una economía que no se recuperó a los niveles de crecimiento observados en los dos anteriores mandatos de Putin.

Dentro de esta narrativa, hay poco que Trump podría hacer para disuadir el apoyo ruso. Los beneficios para Putin van más allá de mantener una molestia y pérdida de tiempo para su mayor rival geopolítico – Estados Unidos -, y lo ayudan a afianzar su posición en el único lugar que realmente importa: Rusia.

Foto: El presidente de EE.UU. Donald Trump y el presidente de Rusia Vladimir Putin celebran una reunión paralela a la Cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania, el 7 de julio de 2017. (Saul Loeb/AFP/Getty Images)

Según Ramani, hay dos cosas que Trump podría hacer para convencer a Rusia de abandonar Corea del Norte. Uno sería presionar para que se establezca un diálogo directo y pedir a Rusia que actúe como mediador.

Esta medida alimenta la necesidad de prestigio de Putin y es probable que sea más efectiva que adicionales sanciones contra los bancos rusos, lo que, en su opinión, endurecería la posición de Moscú a favor de la República Popular Democrática de Corea.

La otra opción es convencer a Rusia de que los vínculos de Corea del Norte con los actores no estatales y las redes terroristas (que incluyen acusaciones de que el régimen suministra armas ligeras a ISIS y a grupos rebeldes yemeníes) y el peligro de una proliferación nuclear más amplia, sean una amenaza para la seguridad de Rusia.

Aunque Rusia no quiera que Corea del Norte obtenga armas nucleares, Ramani cree que Moscú considera que esa perspectiva es “un mal menor a una guerra dirigida por Estados Unidos para sacar a Kim Jong-un del poder”.

Foto: En esta foto sin fecha publicada por la Agencia de Noticias Central Coreana el 5 de mayo de 2017, muestra al líder norcoreano Kim Jong-un (C) inspeccionando el destacamento de defensa en la Isla Jangjae y el Destacamento de Defensa del Héroe en la Isla Mu localizado en la parte más al sur de las aguas del frente suroeste. (AFP/Getty Images)

“La comunidad de inteligencia rusa considera que una Corea del Norte con armas nucleares es un riesgo para la estabilidad regional, pero la opinión está dividida en cuanto a la exacta amenaza que representa para la seguridad de Rusia”.

De hecho, Moscú podría estar apostando a que Corea del Norte obtenga armas nucleares, construyendo lazos y credibilidad con un régimen que podría volverse más influyente en la región. Ramani cree que el apoyo de Rusia a Corea del Norte se fortalecerá si el régimen de Kim obtiene una creíble fuerza disuasiva nuclear.

Otra opción más constructiva sería la profundización de los lazos económicos entre Corea del Sur y Rusia, es un enfoque a más largo plazo que difícilmente resolverá la crisis inmediata.

Lo que complica las cosas es la incapacidad de Trump para resolver las tensiones de larga data en la relación entre Rusia y Estados Unidos, un intento que fue destruido preventivamente por las acusaciones demócratas de que Rusia ayudó a Trump a obtener la presidencia.

Si la relación entre Rusia y Estados Unidos no fuera un caos, es posible que haya otras opciones disponibles. Tal como están las cosas, los esfuerzos políticos de vincular a Trump con el régimen de Putin hicieron que cualquier propuesta de la Oficina Oval sea casi imposible para la administración de Trump.

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