Desde hace más de 20 años se había advertido sobre debilidades del desnivel de la 27 de Febrero

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Luego de que este pasado sábado se derrumbara una de las paredes del paso a desnivel de la 27 de Febrero, Distrito Nacional, dejando varios muertos, salen a relucir advertencias desde hace más de 20 años por el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), de remover el muro.

De acuerdo con una nota publicada el 4 de diciembre del 1999 por el periódico Última Hora, los comisionados, encabezados por el presidente de la entidad en ese entonces, Martín Concepción, consideraban que el muro debía ser removido y reemplazado de forma total ya que había resultado afectado por las lluvias.

Fundamentaron su informe en que había sido “imposible retornar el muro hasta su posición original, lo cual era previsible por los escombros caídos detrás del mismo, y apreciándose que el intento de retornarlo hasta su posición ha generado múltiples agrietamientos adicionales».

Afirmaron que, entre otras cosas, en la obra debían evaluarse “los pavimentos, las estructuras de techo de los pasos a desnivel, los parámetros, las cimentaciones, el impacto ambiental, la circulación vehicular, drenaje general y estructural, iluminación, estudios meteorológicos, geológicos, geotécnicos, hidrológicos y sísmicos».

“Si no hay una reformulación del drenaje pluvial y si no se colocan los drenajes adecuado, las paredes podrían ceder con todo y pernos de anclaje, o provocar que áreas no ancladas cedan, lo que representa una traslación del problema, más que una solución al caso”, precisó en ese entonces Martín Concepción.

De igual forma, el diario El Siglo publicó el 17 de noviembre del 1999 las recomendaciones del geólogo Osiris de León ante posibles fisuras en el muro de la 27 de Febrero, esquina Máxima Gómez, indicando que los desprendimientos de losas y el levantamiento del pavimento asfáltico en el lugar se habían producido por la presión hidrostática tras las fuertes lluvias ocurridas una semana antes.

El experto aseguró que la coralina existente en el área, por su excesiva porosidad y presencia de pequeños fenómenos de disolución cárstica, actúa como una especie de drenaje vertical de las aguas, a lo que se suma la presencia de pozos filtrantes emplazados en el área vecina, por lo que se produce un incremento transitorio del nivel freático, lo que a su vez aumenta la presión de poros en el interior de la caliza.

Acerca de una posible corrección, de León dijo que lo ideal hubiese sido que en la etapa inicial de la obra se desarrollaran estudios de refracción sísmica a fin de calcular los módulos clásticos en cada tramo y que la colocación de pernos de anclaje, que estaban siendo colocados en ese entonces por las autoridades, solo serían efectivos en las áreas constituidas por roca de buena calidad, y que la mayor parte del muro estaba sobre caliza margosa.

También sale a relucir la publicación del 5 de diciembre del 1999 del mismo periódico, donde el Codia de nuevo recomienda a la Secretaría de Obras Públicas remozar y reemplazar el muro lateral norte reconstruido del paso a desnivel de la de Febrero con Máximo Gómez, señalando que se podía caer caer y provocar un trágico accidente.

En su informe consideró que “la reparación del muro con pernos no fue la más adecuada ya que se hizo sin los estudios geológicos y geofísicos y la misma solo es efectiva en áreas constituidas por roca de buena calidad”.

El Codia afirmó que las fallas estructurales en la obra se originaron por los siguientes factores:

– Lluvias típicas de la temporada tropical durante varios días consecutivos

– Corte de las tuberías de drenaje pluvial de 48 a 36 pulgadas y adopción de una solución vía pozos filtrantes, ineficientes para este caso.

– Ausencia de drenajes en los muros que revisten los taludes.

– El anclaje inferior de las vi- gas que componen el muro no presenta integración adecuada con su fundación, ni el muro es- taba dotado de anclajes superiores, con escasa resistencia lateral.

– Diseño, construcción y supervisión deficientes.

Mientras que una publicación del 17 de noviembre de 1999 por parte de El Nacional recoge que los desprendimientos comenzaron el 12 de ese mismo mes de noviembre, a solo ocho meses de que fuera abierto el paso a desnivel, una “obra insignia” del entonces presidente de la República, Leonel Fernández.

“El agrietamiento tiene una extensión de aproximadamente 20 metros en la pared del muro de aproximadamente 10 metros de alto”, recalcaban.

Se recuerda que este pasado sábado 18 de noviembre 2023 colapsó parte del muro del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero, esquina Máximo Gómez, dejando atrapados varios vehículos con personas en su interior.

Luego de las labores de rescate en el lugar, las autoridades de Obras Públicas, Defensa Civil y otras autoridades recuperaron los cuerpos sin vida de varias personas.

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