«El avión pudo haber sido derribado por un artefacto explosivo», dijo un portavoz del Gobierno, antes de anunciar la decisión de «aplazar los vuelos que tenían que venir esta noche de Sharm el Sheij».
Este miércoles, el grupo yihadista Estado Islámico reafirmó que había causado la caída del avión comercial ruso en el desierto de Sinaí en Egipto el pasado sábado, que acabó con la vida de 224 personas.
El grupo yihadista reivindicó también un atentado suicida cometido el miércoles con coche bomba en Al Arich, en el Sinaí, en el que murieron tres policías.
Crece la sospecha de una explosión dentro del avión ruso caído en Egipto https://t.co/xP1EKxevPR pic.twitter.com/qIAnVZ6QNP
— Infobae América (@InfobaeAmerica) November 4, 2015
«No tenemos ninguna obligación de explicar cómo se estrelló», afirma un miembro del ISIS que no se identificó en un mensaje publicado en la cuenta Twitter habitual de la organización. El brazo egipcio del gurpo, Provincia del Sinaí, había anunciado el sábado en esa misma red social que había derribado –sin precisar cómo– el Airbus A321-200 de la compañía chárter rusa Metrojet.
Las autoridades egipcias y rusas esperan que el análisis en curso de las dos cajas negras del avión, una que conserva los sonidos y las conversaciones y la otra con los parámetros del vuelo, permita resolver el enigma de la catástrofe.
El análisis podría determinar si el Airbus A321 de la compañía rusa Metrojet fue víctima de un accidente o de un atentado.
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