Aunque seas un viajero incansable, vas a tener que ajustar mucho tu calendario para poder observar cualquiera de estos fenómenos, ya que no es precisamente fácil poder contemplarlos.
La particularidad que tienen todos ellos es que solo se ven una vez al año (o incluso menos) y que están repartidos por distintos lugares del mundo. Eso sí, los que tienen el privilegio de asistir lo cierto es que no lo olvidan nunca más.