Muchísimas personas sufren de calambres nocturnos. Y para muchas personas podría comenzar a ser algo habitual en esta época en la que la rutina se vio modificada a raíz del aislamiento preventivo para evitar la propagación del Covid-19. Cambios bruscos en cuestiones cotidianas como movernos para ir hasta el trabajo o a estudiar, puede interferir en nuestros músculos y generar este tipo de espasmos molestos, repentinos, dolorosos y que interrumpen el sueño.
Por qué se producen
Pueden estar asociados a varios factores como una deficiencia en la correcta hidratación o la falta de nutrientes como el calcio o el potasio. Seguramente muchas veces habrás visto a deportistas profesionales comer una banana durante la práctica deportiva, ¿verdad? Pues esto se debe a que la banana tiene un alto contenido de potasio y justamente previene cualquier tipo de calambres.
Algunas personas pueden sufrir de calambres nocturnos debidos a su medicación, ya sea que tomen diuréticos, esteroides o incluso en algunas mujeres puede ser uno de los efectos secundarios de tratamientos anticonceptivos.
Si entrenas de manera incorrecta o si incluso lo haces de manera excesiva, también puedes padecer esta condición. De igual manera si tienes hábitos sedentarios y no mueves tu cuerpo. Pero para algunas personas puede ser aún peor y estar relacionado a una enfermedad subyacente como el Parkinson, la Diabetes o la Hipoglucemia.
Qué hacer para prevenirlos
Deberías beber más agua y mantener una correcta hidratación.
Siempre debes consultar a un médico para que pueda identificar con mayor precisión que es lo que te genera esta condición. De todas maneras, puedes modificar algunos hábitos en tu casa para ayudar a prevenir los calambres nocturnos. En relación a las causas que mencionamos, deberías beber más agua y mantener una correcta hidratación, además de incluir en tu dieta alimentos que sean ricos en potasio como la banana, el tomate, los cítricos o la papa.
A la hora de dormir, es bueno que lo hagas boca arriba, con toda la espalda relajada. Esto también mejorará tu circulación. Y durante el día deberías prestar atención a usar un calzado cómodo.
Si haces ejercicio, siempre hazlo bajo las indicaciones de un profesional. Y no olvides, antes y después, elongar correctamente para que no queden sobrecargados tus músculos. Antes de dormir incluso podrías repetir algunos ejercicios de estiramiento, para tratar de que no te ataquen calambres durante la noche.