Los servicios de asesoría de imagen contratados por los príncipes Guillermo y Enrique están trabajando a toda máquina y logran sus primeros éxitos. Varios medios británicos publican este viernes que los duques de Cambridge visitaron el pasado domingo a Meghan Markle en su nueva casa de Frogmore Cottage después de asistir al oficio religioso en la capilla del castillo de Windsor donde se reunieron con la reina Isabel II, que ese día celebraba su 93º cumpleaños. Este gesto ha sido interpretado como un claro acercamiento de Guillermo y Kate Middleton a su cuñada, que está a punto de dar a luz a su primer hijo y que por eso no estuvo presente en el acto religioso.
Esa mañana todos los objetivos apuntaban a los dos hermanos para sacar alguna conclusión sobre el estado de su relación. No estuvieron juntos y casi no se hablaron, pero ahora se ha sabido que de puertas para dentro las posturas se han acercado en las últimas semanas.
Cuando Markle recibió la visita de Guillermo y Middleton estaba acompañada por su madre, Doria Ragland, que llegó desde Estados Unidos el pasado lunes para estar presente en el parto. Todo el Reino Unido y medio mundo están pendientes del parto de la duquesa de Sussex que, como ella misma adelantó, tendrá lugar entre finales del mes de abril y principios del de mayo. Los medios están pendientes de cada movimiento; sin embargo, ayer se descartó un parto inminente al acudir Enrique junto a su cuñada a un oficio religioso en la abadía de Westminster. Esta comparecencia corroboró que las relaciones han mejorado.
Las apuestas se cerraron hace días: una mayoría cree que el bebé que va a llegar es una niña y que podría llamarse Diana, en homenaje a la fallecida madre de Enrique. A esta afirmación contribuyó un desliz de la tenista y gran amiga de Markle, Serena Williams, que refirió que una de sus amigas iba a tener próximamente «una hija».
Markle, de 37 años, está dispuesta a seguir los pasos de la reina al dar a luz con la asistencia de una partera en Frogmore Cottage, el nuevo hogar que comparte con el príncipe Enrique. La reina nació en la casa de Mayfair de sus abuelos y dio a luz a sus cuatro hijos en el palacio de Buckingham o en Clarence House. Sin embargo, los médicos que atienden a Markle consideran que al tratarse de una mujer mayor de 35 años debería tener a su bebé en un hospital, ya que a esa edad es más probable una cesárea. Un amigo de la duquesa ha desvelado que la intención de esta es parir en casa, ya que goza de buena salud y desea la máxima intimidad, la que le puede dar su casa en el campo.
Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, el 7 de febrero en un acto en Londres.ampliar foto
Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, el 7 de febrero en un acto en Londres.
Otra amiga estadounidense de Markle corrobora que la duquesa de Sussex aún practica yoga a diario y goza de una salud excelente. «Dar a luz en su casa es su elección favorita», dijo la fuente, «pero obviamente dependerá de cómo estén las cosas cuando se presente el parto».
La duquesa también rechaza la idea de tener que salir de una unidad de maternidad rodeada por el público y los medios de comunicación pocas horas después del nacimiento, como hizo su cuñada Middleton. A su favor tiene que su hijo es el séptimo en la línea directa de sucesión. Por eso es muy probable que la llegada del nuevo miembro de la familia Windsor se anuncie mediante un comunicado al que siga días después una foto del bebé con sus padres.
