Los liberales deprimidos que odian al Presidente Trump y ( erróneamente ) ven al Papa Francisco como un avatar global para su agenda progresista, podrían haber esperado que algo similar bajara durante la reunión entre los dos líderes en el Vaticano el miércoles. Es poco probable que sus deseos se vayan a pasar, pero los dos hombres parecen haberse calentado el uno al otro durante su visita. El periódico italiano La Stampa señaló la tensión en la sala cuando comenzó la reunión: Posando para fotos de prensa, «Trump sonrió, Bergoglio un poco menos», dijeron, refiriéndose a Francisco por su nombre. Sin embargo, después de una reunión a puerta cerrada de media hora de duración, «el clima ligeramente tensa que marcó el comienzo de la visita se derritió», informó el diario. Al final de la visita, los miembros de las dos delegaciones estaban bromeando y riendo. -No olvidaré lo que dijiste -dijo Trump-.
A pesar de que el Papa Francisco y el Presidente Trump son diferentes en casi todos los sentidos y comparten una historia de combate público, tal vez el primer viaje internacional de Trump como presidente está teniendo su efecto deseado: El presidente se reúne con líderes de las tres religiones abrahánicas del mundo , Sobre los aliados de Dios. O tal vez es el efecto de Francisco en el trabajo, después de todo, y el pontífice fue capaz de encantar a la multimillonario finicky.
En este punto, los contrastes entre el Papa Francisco y el Presidente Trump se hablan tantas veces que son casi clichés. Francisco cambió los pasillos dorados del Palacio Apostólico del Vaticano para una residencia más simple, mientras que Trump disfruta todo el oro. El Papa ha pasado su vida en el discipulado cristiano, mientras que las credenciales religiosas del presidente se han mezclado . Francis quiere romper las paredes , mientras que Trump quiere construirlas. La lista continua.
Y sin embargo, según un vago comunicado de prensa de la Santa Sede, los dos hombres lo golpearon, al menos sobre algunos temas. Pasaron casi media hora juntos en una reunión a puerta cerrada, superando a otros pares presidente-papa y encontraron un terreno común «a favor de la vida» (presumiblemente referido al aborto), la libertad religiosa y la persecución de los cristianos en Oriente Medio . «Se espera que pueda haber una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia Católica en los Estados Unidos, comprometida en el servicio a la gente en los campos de la atención de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes», continúa la declaración.
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, que representa a la Iglesia en Estados Unidos, se ha pronunciado en contra de Trump en varias cuestiones, entre ellas la » Propuestas nocivas «en el proyecto de ley de salud que está siendo considerado por el Congreso, las dos versiones de su orden ejecutiva sobre la inmigración y los refugiados, y su prometida represión de las ciudades santuarios. La semana pasada, los líderes de la Conferencia Episcopal enviaron una carta a Trump sobre su presupuesto, llamando a los programas de ayuda «profundamente preocupantes» los aumentos propuestos en los gastos de defensa, la aplicación de la ley de inmigración y los recortes a los programas de ayuda.
A pesar de todo eso, los dos hombres salieron de su reunión con cara de alegría. El Papa bromeó con la Primera Dama Melania Trump, que vestía un tradicional velo de encaje negro, sobre potizza, un postre esloveno. El papa y el presidente intercambiaron regalos: Francis dio a Trump un relieve representando un olivo, representando «mi deseo de paz», según La Stampa , mientras que Trump presentó al pontífice con los libros de Martin Luther King.
El Papa también ofreció libros de Trump, aunque aquellos que podrían ser menos agradables a las sensibilidades de Trump: una copia de la exhortación apostólica Evangelii gaudium , que es una fuerte condena de la economía del libre mercado; La encíclica Laudato si , que trata sobre los peligros del cambio climático y la degradación del medio ambiente ; Y la exhortación más reciente de Francisco, Amoris laetitia, sobre la importancia de la preservación de la familia . «Yo los leeré», prometió Trump. Tal vez este presidente, que hizo campaña en sus habilidades empresariales, ha calificado el calentamiento global de un engaño, se divorció dos veces, y por todas las cuentas prefiere la televisión sobre el texto , finalmente está aprendiendo la diplomacia. O tal vez el papa susurrando obras, después de todo.
