El pez loro juega un papel en la formación de la arena de las playas. De ahí que es importante que se cumpla la prohibición de su pesca en el país. Se busca que la población de esta especie aumente y que llegue a zonas donde no existe.
Los biólogos Pedro Montero, encargado de Regulación y Control de Actividades Marinas, y Marcos Casilla, del Departamento de Conservación de Ecosistemas Marinos del Viceministerio de Recursos Marinos del Ministerio de Medioambiente explican sobre el papel del pez loro para frenar la degradación del bosque costero y evitar un impacto mayor de contaminantes en los manglares, los arrecifes y las praderas marinas.
La degradación de este ecosistema afecta las actividades del turismo, que sustenta un porcentaje importante de la economía dominicana.
Ese pez abunda en aguas tropicales y subtropicales.
“Los dientes y el sistema digestivo del pez loro están diseñados para que defequen arena, sin estos peces el arrecife se copa de algas, no puede realizar su fotosíntesis y muere por blanqueamiento y otras enfermedades, porque ellos son los que limpian el arrecife”, expresa Montero, quien destaca que los organismos internacionales dieron la alerta regional de la degradación de los ecosistemas coralinos y su posterior muerte.
Medidas y castigo
“Hemos llevado el mensaje a pescadores, empresas, restaurantes y ONG, ya que muchas pescaderías aún conociendo la veda no la observan. Por ello se le aplica el método de la coerción, se le decomisa la mercancía, en algunos casos se sancionan administrativamente y también se someten a procesos de evaluación y educación”, sostiene Casilla.
Monitoreo semestral
Los técnicos del Ministerio de Medioambiente lo realizan en Samaná y Montecristi, en las zonas de Cayo Levantado, Cayo Arena y el Morro.
Han detectado
Que hay un desbalance y una sobrecaptura de esta especie, y menos consumo de otros.
